Entrevista a Emilio Porta, autor de "Evuna y Guinea Ecuatorial, vidas paralelas"


ENTREVISTA A EMILIO PORTA, AUTOR DEL LIBRO
EVUNA Y GUINEA ECUATORIAL, VIDAS PARALELAS 
PUBLICADO POR EDICIONES ATLANTIS

EL LIBRO 

Lo que aparentemente tiene formato de biografía es un libro que va mucho más allá que el hecho de contar la vida y trayectoria de uno de los hombres más importantes de la Historia de Guinea Ecuatorial. Alejandro Evuna ha sido y es un personaje absolutamente fundamental en la historia actual del único país de habla hispana, y cuyo idioma oficial es el español en toda África. Ya solo por esto merecería la pena que en España se prestara atención a todo lo que viene de Guinea Ecuatorial, la última colonia española en el mundo, y un país con el que tenemos lazos indisolubles. Emilio Porta recoge en las páginas de este libro la realidad y pensamiento de una persona africana, desde sus raíces hasta el presente, y su camino en paralelo del país en que nació y al que ha servido en los más importantes puestos, desde ministro, a representante en la ONU, así como embajador ante la Organización de Estados Africanos y Embajador en España. Junto a ello, Emilio Porta transmite una visión , no solo de Guinea, sino también de África, “cuya voz es la más antigua del planeta, y también la más nueva”, como señala en el libro, así como de las luces y abundantes sombras del colonialismo en el continente africano y, con la mayor objetividad, del propio colonialismo español.

ENTREVISTA CON EL AUTOR 


¿Qué va a encontrar el lector en este libro? 

Pues, fundamentalmente, información veraz de una persona que ha sido testigo de toda la evolución de su país, desde los tiempos de la colonia, a la etapa de la Autonomía ( aún bajo el mandato de España) y después, en la independencia, desde la terrible etapa de Macías, que no solo destruyó las relaciones con España, sino que sumió en la penuria a su pueblo convirtiendo un país con una gran riqueza natural en un lugar donde los encarcelamientos y muertes de los que no eran partidarios de su totalitarismo fueron el día a día durante casi una década. Esta situación acabó cuando el entonces teniente coronel Obiang, que había estudiado en la Academia General de Zaragoza y siempre había tenido un gran amor a España, decide acabar con la situación y dar un golpe de estado, apoyado por la inmensa mayoría de una población sojuzgada que, dada la penuria y falta absoluta de libertad que había en esos momentos en Guinea, se dio en llamar golpe de libertad. Evuna, que había sido diplomático con la anterior administración, pasa a ser un hombre importante, dada su cultura y cualificación, en la evolución posterior de su país. Lo fue antes y lo fue aún más después. Él no se considera un político, aunque lo sea por su trabajo y situación, sino un servidor público que nunca se ha aprovechado, todo lo contrario, de su posición. Y a fe que lo es. Un trabajador incansable, de una gran cultura y conocimientos, que ama a su país y ha tratado (con inteligencia y sabiendo las características de su pueblo) de conseguir su evolución y progreso. El desconocimiento que hay en el extranjero de la situación anterior y de la actual en Guinea Ecuatorial es tal que creo que el libro ayudará a que la opinión pública sea un poco más ecuánime. Guinea Ecuatorial no es una democracia perfecta en el sentido de las democracias occidentales. Pero está en su propio proceso. Un proceso que se desconoce e ignora en su casi totalidad. 

¿Es Guinea Ecuatorial un país democrático? 

Hay muchas visiones de la democracia, una palabra que muchas veces se desvirtúa y sobrevalora. Cuántos destrozos se han hecho en su nombre en los últimos años debido a la ligereza y estupidez, por parte de los políticos, que todos conocemos. No se puede ignorar la cultura ancestral de los pueblos y pretender cambiarla por la fuerza, como ha hecho Occidente, mejor dicho, algunos políticos occidentales fomentando revueltas “democráticas” y suministrando armas a grupos incluso antioccidentales en minoría, que ya sabemos el resultado que han tenido. En el caso de Irak, Libia, y ahora Siria, cientos de miles de muertos y millones de refugiados, además de un riquísimo patrimonio cultural e histórico destruido. Podría hablar sin parar del tema, que conozco bien, y llegaríamos a la conclusión de que Estados Unidos y Europa han cometido tales errores - y con tan terribles consecuencias por ignorar la idiosincrasia de cada país africano, tanto en el Norte como en el resto del continente - que no se puede concebir mayor torpeza y falta de sensibilidad humana y escrúpulos. Pero yendo más concretamente al tema al que se refiere la pregunta yo pienso que Guinea Ecuatorial y toda África tiene y debe tener su propio proceso evolutivo. Es evidente que hay problemas, pero, debido a la forma de gobierno, muchos menos de los que se cree. En cada visita a Guinea Ecuatorial he percibido grandes mejoras y un ambiente de ilusión en el porvenir de la nación. Los problemas existentes son los propios de todo país en desarrollo y tienen causas que no se resuelven en un día. Desde mi punto de vista, no es precisamente el carácter de su proceso democrático el problema de la sociedad ecuatoguineana. Hoy se dan grandes avances en todos los campos (desde las infraestructuras, es el país con más autovías y carreteras por número de habitantes de África, la mejora de la sanidad y educación que es gratuita, la alfabetización (que alcanza el mayor número en términos relativos del continente) en fin, es cierto que la fortuna de haber encontrado petróleo ha favorecido mucho la situación (hoy Guinea Ecuatorial tiene el mismo nivel de renta per cápita que Portugal, por ejemplo) pero sería interesante para algunos periodistas visitar Malabo, Bata, o las nuevas ciudades del interior, en una de las cuales se está construyendo una Universidad para veinte mil estudiantes. Pero lo mejor para saber lo que está ocurriendo en Guinea Ecuatorial es leer el libro sin prejuicios. 

¿Por qué este libro? 

Pues lo cuento en la introducción que hago en sus páginas. Tengo, desde hace años, una relación personal importante con el país. Y tuve ocasión de conocer a Alejandro Evuna. Él deseaba exponer sus reflexiones sobre su pueblo y yo le ofrecí hacer una obra más amplia. Poner su vida – es quizás el testigo más importante de la evolución de Guinea por haber vivido todas sus etapas – en paralelo con los sucesos y la situación de Guinea Ecuatorial a lo largo de su joven historia. Durante dos años he trabajado en ese planteamiento. He utilizado diversas fuentes, entre ellas el propio libro escrito por Evuna, “El proceso democrático en Guinea Ecuatorial”, un libro que me ha sido muy útil para conocer el paso de una estructura tribal a una estructura nacional y mantener la relación y vigencia de ambas. En él se habla de la democracia directa de los Consejos de los Poblados, asentada desde tiempos inmemoriales, y de las nuevas normas y leyes que tienen que convivir con las costumbres arraigadas. También, lógicamente, he consultado diversas obras sobre África y la colonización, y algunas de la Historia de Guinea Ecuatorial, escrita por autores propios guineanos y africanos. 

¿Quiere añadir algo específico sobre el libro y Guinea Ecuatorial? 

Pues solo una cosa. Los españoles no solo debemos leer este libro. Debemos interesarnos por un país que es una parte fundamental de nuestra historia. Si, como dijo alguien, la patria es el lenguaje, Guinea Ecuatorial sigue siendo parte de ella. Quizás no lo hicimos del todo bien en la etapa de la colonización, quizás lo hemos hecho – a nivel político – rematadamente mal después de la caída de Macías. Quizás hemos querido intervenir, sin saber, en muchas ocasiones. Y quizás no todo esté bien en el presente. Pero nos une al país el pasado, el idioma, mucha cultura, y yo quiero decir que, pese a las críticas que se nos pueda hacer por algunos hechos de la colonización – que fue, en cualquier caso, más positiva y mucho menos cruel que, por ejemplo, la belga en el Congo, por poner un caso – tenemos una responsabilidad histórica. Guinea Ecuatorial pertenece a la Hispanidad. Y ahora también a ellos mismos. Dejémosles evolucionar y ayudémosles en lo posible a ello. Los lazos con nuestro país deberían ser indisolubles. Y yo estoy orgulloso de que un autor español haya escrito este libro. Porque, y esto lo sé con certeza, en Guinea, pese a todo, se ama a España. No hay más que recordar el entusiasmo popular con banderas ecuatoguineanas y españolas y la gente verdaderamente feliz cuando la selección de futbol visitó Malabo, aunque esto pueda parecer anecdótico. También hay muchos españoles en Guinea y muchos ecuatoguineanos en España, aunque algunos, piensen diferente, pero están aquí. Hoy la economía de Guinea Ecuatorial es fuerte y la población no es grande. El único enclave cultural de España en África, fundamentalmente en el África Subsahariana, es Guinea. Hagamos lo posible porque no se pierda, ayudemos y que también nos ayuden, pues África, con comprensión y altura de miras, tiene mucho aún que dar al mundo. Este libro quiere contribuir al entendimiento (con una visión crítica en algunas partes, no lo olvidemos, hacia el colonialismo) y al acercamiento. Enlaza, no puede ser de otra forma, el pasado con el presente. Pero quiere, sobre todo, empujar el futuro.
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